La belleza comienza en el aparato digestivo
Aunque parezca mentira la belleza externa, así como la belleza de nuestra piel, comienza en el interior, más concretamente en el sistema digestivo. Todo lo que comemos influye enormemente en nuestra imagen y, lo que es aun más importante, en nuestra salud.
El aparato digestivo es un tubo de 11 metros de longitud que recorre el cuerpo.
Es imprescindible para una buena digestión, que exista una flora bacteriana equilibrada, necesaria para el correcto funcionamiento del aparato digestivo. Es lo que se conoce como microbioma.
La alimentación afecta directamente a la calidad de la piel, ya que son estos nutrientes los que forman las fibras de la matriz cutánea, tales como el colágeno o la elastina. En un sistema digestivo pesado, en el que cueste la absorción de los nutrientes, aparecen carencias tales como vitaminas, aminoácidos y minerales, lo que se traduciría directamente en una piel apagada. Las digestiones lentas, provocan inflamación crónica, igualmente provoca la retención de líquidos, y en consecuencia posible aparición de bolsas en los ojos y celulitis. Aumentan los brotes de acné y dolencias dependientes del sistema inmune como puede ser la psoriasis o la rosácea.
Con un sistema digestivo equilibrado tendremos la piel mucha más luminosa, receptiva. La piel gracias la microcirculación sanguínea está más oxigenada y repleta de vitaminas, minerales y aminoácidos por lo que el metabolismo de la misma funciona correctamente. La producción de colágeno y elastina permite que la piel se mantenga tersa.
Nosotros recomendamos una dieta sana y equilibrada, la disminución del consumo de alimentos procesados, un alto contenido en fibras, así como una dieta rica en frutas y verduras.
Especial mención merecen los probióticos, que son bacterias beneficiosas que viven en el intestino y mejoran la salud general del organismo, mejoran las digestiones y facilitan la absorción de nutrientes, así como fortalecer el sistema inmune. En definitiva, mantienen la flora intestinal sana.
